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El despertador empezó a sonar, saque la mano de debajo de la colcha e intente alcanzarlo, pero ese instrumento del mal creado para torturar a las personas estaba demasiado lejos, fuera del alcance de mi mano, pero a lo que si llegaba era a mi zapatillas de conejo, q agarre y lance sin mirar, acertando en el despertador, tengo una precisión milimétrica en el lanzamiento de zapatilla de conejo contra despertador, al caer al suelo deje de sonar.
A pesar de estar despierta seguí remoloneando bajo la colcha, el edredón, las dos mantas, y las sabanas… soy muy friolera, aparte de eso duermo con tres pijamas y guantes. Si es algo exagerado pero el radiador eléctrico de mi habitación se rompió, y como fui declarada culpable de su estado no me fue permitido reemplazarlo, solo diré en mi defensa que en las instrucciones no viene que puede estropearse al ser usado como calentador de pan tostado con mantequilla y mermelada de uvas (quizá fue la mermelada de uvas la culpable, debería probarlo con mermelada de melocotón). Así que decidí seguir dentro de mi calida fortaleza contra el frío, en vez d levantarme y enfrentarme a las frías temperaturas de octubre, y aunque las noticias dijeran que era una temperatura primaveral más que otoñal, yo, personalmente no caería victima de sus malvados trucos.
Diez minutos después de que el despertador dejase de sonar, y cuando estaba a punto de volver a quedar atrapada en las redes del bendito sueño, la puerta de mi habitación se abrió, mi hermana estaba allí, a pesar de ser 4 años menor que yo, era mas alta, así que no le costo cogerme de una pierna y sacarme de mi fortaleza, a la que ahora me daba cuenta que no era tan inexpugnable como yo creía. Tiro de mi pierna y acabe golpeando con mi culo y mi cabeza contra el suelo, no se que de las cosas me dolió mas, si el culo o la cabeza. Ante ese desproporcionado acto de barbarie contra mi persona decidí contraatacar con una fulminante mirada que estremecería a mi hermana por ese acto innoble, pero ella ya estaba fulminándome con su mirada, y sinceramente se le daba bastante mejor que a mi, y que a cualquier otra persona sobre la faz de la tierra, en mi modesta opinión.
-Hermana, sino lo recuerdas hoy te toca preparar el desayuno y no valen cereales.
Maldición se me había adelantado, siempre va un paso por delante de mí. Que mente mas maliciosa tiene a pesar de tener solo 12 años, me siento bastante orgullosa de ella, ya que considero que todo lo ha aprendido de mí.
-Así que ya puedes levantarte, ducharte, vestirte, hacer el desayuno, y prepararte para ir al instituto.
Iba a lanzar una aguda observación que la dejaría helada, pero la vena de su frente y sus ojos me quitaron las ganas. La verdad es que aprecio mi vida y creo que soy muy joven para morir, así que la dije:
-Lo que tu ordenes, Am…-la vena empezó a palpitar y decidí por propia voluntad no acabar la frase- lo haré ahora mismo, rápido y de forma eficiente.
Se me quedo mirando fijamente, se volvió, y cuando iba a cerrar la puerta dijo, sin girarse:
-Y no uses mis pijamas para ponértelos encima de dos de los tuyos.
Y cerró la puerta de un portazo. Hmmm, creo que seria mejor no mencionarla que me los ponía porque eran más anchos q los míos, estos con otros dos debajo no entraban, pero creo que se lo hubiese tomado mal, y su vena ya estaba al límite.
Me levante del suelo, me estire un poco para desentumecerme y empecé a quitarme los pijamas, me quede mirando el espejo, y una niña de diez años me devolvió la mirada, la verdad es que soy una liliputiense, mi cuerpo, por algún motivo, cuando cumplí diez años dejo de crecer, tenia cara de niña y cuerpo de niña, a pesar de tener 16 años, e ir al instituto. Ojos demasiado grandes y almendrados de color verde esmeralda, nariz pequeña, sonrisa grande y labios finos. Mi pelo me llegaba hasta la cintura y era negro excesivamente oscuro; mi piel es blanca y suave como la de un recién nacido. Es lo que tiene ser una muñeca.
Normalmente la gente cuando me veía, decía cosas como “Que muñequita mas linda” la verdad aunque lo tenga asumido, lo de ser una muñeca digo, no me gusta que me llamen así, me cabrea muchísimo, por lo que suelo ignorar a esa gente o soltar algún comentario mordiente, que les hace cambiar la cara. Sinceramente me encanta ser así, pero provoca ciertos problemas, además a quien le resulto atractiva no son la gente que debería ser… y esa gente debería estar en la cárcel.
Suspire como hacia cada mañana al verme en el espejo y maldije por haberme quitado la ropa antes de llegar al baño de mi cuarto (mi casa tiene tres habitaciones y cada una con su respectivo baño, aparte hay un aseo para los invitados), la habitación estaba helada, así q corrí a la ducha y encendí el agua fría, y me metí rápidamente, je, soy curiosa incluso para eso, mi piel no soporta el agua caliente ni siquiera la templada con que este un poco caliente me salen manchas rojas, así que siempre me baño con agua fría, y a pesar de lo friorela que soy no me molesta, al revés la encuentro perfecta.
Después de ducharme tuve que llamar a mí hermana para que me ayudase a secar mi cabello, una autentica molestia, pero a ella la encantaba, creo que sentía un poco de envidia por mi pelo, ella lo tenía castaño oscuro y bastante áspero, así que lo llevaba corto.
Después de secarlo y pedir su consejo sobre como debería llevarlo hoy, acabamos decidiendo que lo llevaría cayéndome por la espalda como una cascada y una diadema roja para sujetarlo.
En mi instituto habían decidido imponer uniformes este año, justo cuando yo entre, camisa negra, jersey sin mangas beige (que me negaba a ponerme) falda a cuadros naranja y negra, y la opcional corbata o lazo de color naranja, yo llevaba corbata sin apretar pero bueno, me daba un aire de despreocupada que me gustaba. Llevaba leotardos negros, porque solo con la falda me helaba.
Después de vestirme baje a la cocina, y empecé a preparar huevos revueltos, café (en la cafetera que yo solo usaba) un poco de leche con cacao para mi hermana y zumo de naranja para ambas. La verdad mi hermana tendría derecho a quejarse porque siempre que preparaba el desayuno era algo con huevos. Poco más sabía cocinar.
Se me olvida advertiros que mi hermana y yo vivimos prácticamente solas, nuestros padres se pasan el tiempo viajando de un lado a otro por cosas de negocios (hace unos años convencí a mi hermana de que en verdad eran superespías que luchaban contra una organización secreta que trataba conquistar el mundo), en realidad creo que tiene que ver con adquisiciones de terrenos para una gran empresa, pero nunca me ha interesado, así que no recuerdo exactamente lo que hacen.
Mientras que recogíamos los restos del desayuno llamaron al timbre, era la vecina, que tenia la misma edad que mi hermana, venia todos los días para buscarla e ir juntas a la escuela; desde que nos mudamos aquí, hace unos, hmmm si estamos en Octubre y llegamos aquí en Abril eso hace unos 6 meses, se habían vuelto las mejores amigas del mundo… no se cuanto les durara porque mis mejores amigas del mundo se han olvidado a mi desde que nos mudamos aquí por culpa del trabajo de mis padres, ni me contestan los mails… bueno, parte de culpa puede que sea mía, siempre he sido una persona muy asocial, y bastante borde, suelen llamarme egocéntrica y narcisista pues no hago caso a lo que los demás me dicen, no es que sea tímida o introvertida, o como algunos me acusaban, autista, simplemente es q la gente que no tiene algo que me interese es omitible, para mi desaparecen. Cuando alguien me habla del libro de tren de moda (el libro de tren es fácilmente distinguible, todo el mundo lo lleva en el transporte publico, y se lo ha recomendado alguien con las siguientes palabras “es genial, lo mejor que he leído nunca, deberías leerlo porque te va a encantar”… y esas personas solo han leído ese tipo de libros en la vida, también es distinguible gracias a que si te encuentras con una persona todo los días en el tren u otro transporte siempre lleva ese libro hasta que surge otro libro de tren de moda), o de los programas basuras de la televisión (cerca del 90%) o del grupo de jovencitos amargados, o súper guapos, o esas chicas que son como desearías ser, directamente desconecto mis oídos… y creo q la cara que pongo es francamente significativa, porque nadie vuelve a intentarlo de nuevo. Si, soy muy radical, pero soy así y a quien no le guste que desconecte los oídos y me deje en paz. Tiendo a usar mucho la frase “desconectar los oídos”, se me quedo pegado de una persona que conocí hace tiempo.
Así que por mi forma de ser no me es fácil hacer amigos, y menos aun conservarlos, por lo que me imagino que es por eso por lo que mis “amigas” no se han puesto en contacto conmigo desde que me mude, ya estarían hartas de esforzarse por conservar nuestra, ahora lo veo así, precaria amistad; y en el instituto no tengo ningún amigo o amiga, estoy sola. Es que nadie me ha llamado la atención lo suficiente para intentar trabar amistad con esa persona, bueno si hay alguien pero es incluso mas asocial que yo. En los descansos entre clases se pone los cascos, a la hora de comer sale de clase y nadie sabe a donde va, y cuando acaban las clases sale disparada, nunca he tenido la oportunidad de hablar con ella, pero se que algún día lo haré, pero no tengo prisa, porque imagino que cuando hable con ella será como todas las demás personas, y me llevare una decepción, así que es mejor dejarlo por ahora.
Bueno volviendo a lo que estaba; la vecina es una niña muy educada, que se disculpo efusivamente cuando se entero de que era mayor que ella, al principio cuando fuimos a su casa a presentarnos creyó que era mas pequeña que ella, y me trato como a una cría… pero es una ricura, dulce, amable, simpática, respetuosa, obediente, podría seguir así todo el día, al revés de mi demoníaca hermana que domina mi vida con mano de hierro.
Cuando iban a salir por la puerta mi hermana se volvió hacia mí y dijo:
-Cierra bien la puerta antes de salir Recoge todo y no llegues tarde a clase. Hoy tengo actividades en el club así que llegare mas tarde pero aun así la compra la hago yo, no quiero que se repita el fiasco de las fresas.
Ey, no es mi culpa que las fresas estuviesen de oferta y que me gastase todo el dinero de la semana en fresas, cualquiera puede caer en una trampa como esa. Pero eso me lo calle, no quería ir al hospital en vez de al instituto, aunque no se que es peor. Así que respondí con un:
-Señor, si señor- chocando mis tacones y saludando de manera militar, que no me quedo muy bien, y que me hizo ganarme otra “mirada”, pero la vecina sonrío y solo por eso mereció la pena.
-Nos vamos ya, Anya- me dijo la adorable vecina. Yo la despedí con la mano hasta que se cerró la puerta. Ojala mi hermana fuese como ella…. Mejor no, no seria tan divertido.
Subí a mi baño, me lave los dientes me mire por ultima vez al espejo, cogí mi mochila-bandolera, el móvil, las llaves, y salí a la calle, cerré la puerta con llave, y empecé a caminar hacia el instituto, cuando recordé que me había dejado el mp3, era mas importante que la posibilidad de llegar tarde al colegio, así que tuve que volver a por el, después de pasarme 10 minutos buscándolo recordé que lo tenia dentro de la bandolera… llegaría tarde de nuevo, la tercera vez en las dos semanas que lleva Octubre, genial. Pero todas fueron por motivos justificados, una me dormí, otra perseguí a un gatito, y ahora lo del mp3, todas razones de importancia superior al colegio.
Volví a cerrar y empecé a caminar tranquilamente, ya llegaba tarde, así que para que correr, si me iba a pasar la primera clase en el pasillo mirando el techo, mejor lo pasaba caminando por la calle a pesar del frío, pero iba preparada para ello, guantes rojos, bufanda naranja de esas que median mas de dos metros enrollada alrededor de mi cuello, y el abrigo negro que casi arrastraba, y en los oídos el nuevo disco de Dream Theater, mi grupo favorito. Lo conocí hablando por un foro con un chico de otro país, tenía él razón, eran excepcionales, le agradeceré siempre a ese chico que me los recomendase pero ahí se acaba su utilidad para el mundo, bueno mejor dicho para mi Mundo. Nunca he vuelto a hablar con el.
A pesar de ser bastante lista, hay peco de modestia, creo que la única palabra que puede describirme es “genio”, nunca he sido muy buena en los estudios, pues me despisto con una mosca y pocas cosas me interesan, no es que tenga ningún problema simplemente pienso que siempre hay algo mejor que hacer que estudiar... Que suele ser cualquier cosa, como mirar una pared o contar los cuadraditos que tiene una pagina de cuaderno (una tarea verdaderamente agotadora), y como ya he dicho no tenia ninguna amiga, por lo tanto ni siquiera eso tenía para darme fuerzas para ir todos los días y estudiar.
Mientras iba hacia el instituto me entro sed, y fui al super que había de camino. Compre un refresco, de paso me puse a hojear las revistas, de cine no había nada interesante, la de música que compraba aun no debía salir y de videojuegos, había una que no tenia mala pinta pero como venia con demos el precio subía demasiado, así que decidí dejarla por ahora, justo entonces me entro hambre, y compre un perrito caliente con extra de mostaza. Al final cuando me iba a ir descubrí que la revista manga que debía salir dentro de dos días se había adelantado así que me hice con ella, salí de la tienda y me senté en el suelo a leerla y disfrutar de mi perrito, cuando el dependiente salio de la tienda y me dijo
-¿No deberías estar en la escuela? Las muñequitas de tu edad no deberían estar faltando a clase.
Su tono y el usar la palabra muñequita (como ya he dicho, siempre es lo primero en lo que piensa la gente al verme), me cabreo bastante así que me volví y le dije:
-Y hombres de su edad no deberían meterse en cosas que no le importan, y menos para tocarme las narices.
Me levante de golpe y me fui tranquilamente, dejando al pobre hombre con una cara de estupefacción increíble, después me dio pena por dos razones, la primera que lo hizo con toda su buena intención y por su deber cívico, y segunda, soy fácilmente reconocible, así q no podría volver por allí. Hmmm, espero que no haya reconocido mi uniforme que sino puede ir a hablar con el director, como he dicho soy fácilmente reconocible: “chica de instituto, morena pelo largo, ojos verdes, ah es verdad aparenta tener 10 años y es una bocazas” premio, eso solo me define a mi.
Al fin llegue al instituto cuarenta y cinco minutos tarde… a pesar de que esta a 15 minutos de mi casa andando tranquilamente, así q la puerta de entrada estaba cerrada, no tuve mas remedio que saltar el muro. Fui caminando tranquilamente ya en el recinto escolar, y me fije que había una chica tumbada bajo un árbol, me quede mirándola y me devolvió la mirada, me encogí de hombros, para darla a entender que comprendía porque no estaba en clase y me dirigí hacia mi aula. Pero antes entre en el baño, tenia q lavarme las manos por saltar la valla, y me fije que tenia mostaza en la comisura de la boca, menos mal que me había dado cuenta sino hubiese estropeado mi imagen de chica-dura, así q me limpie y me dirigí al aula; faltaban 5 minutos nada mas, aun así llame y entre, la cara que puso el profesor de “que coño haces llegando a esta hora” fue secundada por mis compañeros, así que dije:
-He impedido un atraco. Y la policía me ha entretenido, se ha hablado de darme una mención de honor pero me he negado.
Y me fui a mi sitio, creo que mi profesor se ha quedado desconcertado para toda la semana… Je, quien iba a decirme que no seria la única sorpresa del día… bueno ni de la clase.
Porque cuando me senté después de quitarme el abrigo y colgarlo, alguien llamo a la puerta, y al abrirse apareció una chica, con una gran cola de caballo, ojos color miel, nariz respingona, alta y con un cuerpo increíble. Siempre recordare la primera vez que la vi, ya que algo dentro de mi se agito… nunca me había pasado nada parecido, simplemente estaba esperando que ella apareciese. Además sus primeras palabras me dejaron claro que estábamos destinadas. Miro al profesor y con una voz energica y cargada de seguridad dijo:
-He impedido un atraco. Y la policía me ha entretenido, se ha hablado de darme una mención de honor pero me he negado.
Palabra por palabra… el profesor se asombro mas aun, los alumnos se quedaron literalmente helados, a mis labios asomo una sonrisa, era la chica bajo el árbol de hace unos momentos. Cuando me serene, y el profesor recupero el habla dijo:
-¿Eres la nueva no? Por favor preséntate.
La recién llegada se giro hacia nosotros y dijo:
-Soy Irina, eso es todo.
En mi opinión una presentación genial. El profesor que debería estar pensando que no le pagaban para esto, señalo el único hueco libre que había en la clase… a mi espalda, en la última fila, contra la ventana. Cuando se sentó me volví hacia ella ignorando al profesor, que daba por terminada la clase. Y dije:
-¿Me has oído verdad?
-Por supuesto. Soy Irina.
-Anya.
Estrechamos nuestras manos, y supe que no nos separara riamos, según me dijo después ella pensó exactamente los mismo.
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Si alguien ve algun fallo, o tiene alguna sugerencia que me lo diga, si puedo la semana que viene pondre el siguiente capitulo (escrito esta, pero tengo que revisarlo y cambiarlo)
Eh, buen fic.
ResponderEliminarEs una buena historia, la personaje principal es muy interesante y tal.
No vi ningún fallo (descartando los ortográficos), pero sí está el problema de que has escrito todo en un bloque de texto macizo. Intenta usar líneas en blanco: ocupan espacio, pero hacen que uno no se pierda.
Pero continúa la historia, vamos, que quiero ver qué pasa xD
Ah, y la cabecera cubre completa mi pinche pantalla de 1024x600. Usando Chrome. ¡Es enorme!
Pasaré por acá de cuando en vez ^^
Cuando se tiene razón se tiene razón. Ya he puesto espacios en blanco. No me fije al ponerlo, simplemnte copipastee del work y punto.
ResponderEliminarReferente a las faltas... son solo con la acentuación o alguna palabra esta mal escrita? Es q si esta mal escrita se me paso; otra cosa es el caos referente a los tiempos verbales, que mas o menos esta hecho asi aposta.
Continuare, tengo escritas unas 40 paginas seguidas mas o menos (mas otras 20 que estan salteadas), el problema es que se me ocurrio una idea escribiendo mas adelante, y estoy rehaciendo cosas del segundo capitulo para que cuadren las cosas.
Y si, la cabecera es enorme (660px × 413px deberian ser)... pero soy muy perro para cambiarla. Si esta noche o mañana estoy con ganas la cambiare.
Las faltas que he visto eran más fallos mecanográficos que otra cosa, el Word debería resaltártelos cuando pases la corrección ortográfica, nada grave.
ResponderEliminarAunque sé que el flujo de la escritura es así de caótico y frenético porque es el tren de pensamiento de Anya, echo de menos algun signo de puntuación más delimitante, que con tanta coma parece que esté hablando yo :P
De todas formas, bien. Cuando tengas más ya sabes qué hacer, que esta segunda vez que lo leo me ha gustado más que la primera. Sobre todo ciertos detalles pequeños con los que identificarse, se ve que has volcado muchos rasgos y vivencias propios.
Venga, pon más, mamón.