Hmmm, Conversación en una mesa

Ala, otro capitulo mas, que habiendome quitado el marron del antiguamente conocido como episodio 2, va mas rapido la cosa. Mañana si puedo intentare poner el siguiente.


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Al fin llego el día del concierto de mi primo. Me sentía rara, no se cual era la razón, porque no sentía dolores, ni mareos, solo era una sensación que tenia. Sacudí la cabeza y deseche estos pensamientos, podría ser un aviso de algo, pero cuando ocurriese ya me las vería con ello, como había hecho siempre. Me levante de la cama, y me estire, aggg que frío hacia, ese día iba a helar, seguro. Espero que nevase, la nieve me tranquiliza, a pesar que no me guste que sea fría.

Corrí a los cajones y Covi mi ropa, estaba claro, que no iba a salir del baño sin vestir, porque acabaría como un carámbano, lo Covi mas o menos al vuelo, sin fijarme demasiado. La ducha me termino de despertar, y me lleno de energías, iba a ser un día muy divertido, o al menos eso esperaba. Me vestí, y grite para que mi hermana viniese a ayudarme a secarme el pelo. Mientras que esperaba me mire en el espejo, sudadera amarilla oscura con capucha y cremallera, que llevaba abierta, una camiseta con un oso zombi (mi camiseta favorita) de color roja, un poco ajustada, vaqueros un poco anchos y desgastados, con muchos bolsillos, debajo de ellos llevaba dos mallas y calentadores, y unas playeras negras. Hmmm, cualquiera que me viese pensaría que era una raperilla, o incluso me podrían confundir con un chico. Pero no me importa, son ropas bastante cómodas, además como las he usado bastante se adaptan muy bien a mí.

Al fin mi hermana subió a ayudarme a secarme el pelo, y lo primero que dijo fue:

-¿Desde cuando tengo un hermano?
-No te preocupes, Bro. Todo es guay.- a la vez que intentaba gesticular un poquillo, hmmm, no se me daba bien eso de imitar, parecía un pato con un ataque de epilepsia, ey quizás si se me daba bien imitar.

Mi hermana se empezó a reír, y dijo:

-La ropa no te queda mal, aunque pareces un chico, muy guapo eso si. Pero deja de poner poses.

En ese momento, estaba cruzando lo brazos e inclinándome hacia un lado, y poniendo cara de mala. Ojala hubiese podido verme. Puse un par más de poses, y dije:

-Es que esa es la idea, no quiero que me toquen las narices. Además llevare una gorra, así que me haré una cola de caballo, y la sacare por el agujero que tiene por detrás la gorra- hmmm, me quede unos momentos, pensando, y aun lo hago, eso ¿como narices se llamara? Porque todo tiene nombre- así que tampoco hace falta esmerarnos demasiado con el peinado, que va ir peinado, pero ponme una diademas o una cinta, para sujetarlo.
-¿Quiere algo mas la marquesa?
-Si por favor, tráeme agua con gas, pero le quitas el gas, con rodaja de limón, dos hielos, con media cucharada de azúcar, en vaso de tubo. Y rapidito.
-Y la señora no querrá también una ostia, porque se esta rifando una, y tiene todas las papeletas.

Hmmm, que poca paciencia que tiene la chica. Normal, estaba mosca por algo mas, lo podía intuir, así que la pregunte:

-Pequeña Illy ¿que te ocurre? – esto lo dije con mi mejor voz de sabio de las montañas.
-¡No es justo!- grito, y se quedo callada durante un rato, la conozco la suficiente para saber que acabaría hablando- Es que no se porque no puedo ir al concierto del primo. No es justo que tú puedas y yo no.

Ains, tenía algo de razón, pero bueno, eran órdenes de PADRE, así con mayúsculas, que cuando utilizaba su autoridad paternal, era inamovible.

-Illy, sabes que papa no quiere que vayas allí, a mi me costo convencerle, sino hubiese sido por el primo, no hubiese podido ir. De todas formas eres muy pequeña para ir a un bar, que aunque sea grande habrá mucha gente.

-Tú eres más pequeña que yo. ¡Y puedes ir!

Mi movimiento la pillo desprevenida, me coloque detrás suya, puse el dedo corazón en
la posición adecuada, lo coloque en sus sienes, y empecé a girarlos, je, je, se cayo al suelo y se retorció en su agonía, unos segundos se levanto rápidamente y me soltó una patada en la espinilla… así que empecé a dar saltitos a la pata coja por la habitación.

-¡ESO DUELE!- y menos mal que iba descalza sino me desgracia.
-¡EMPEZASTE TU!
-¡ME LLAMASTE PEQUEÑA!
-¡TU PUEDES IR!

Esto podría haber continuado durante horas, pero…

-¡¡CALLAOS LAS DOS AHORA MISMO!!

Eso era la autoridad paternal en segundo nivel. Y acabo la discusión.
Mis padres volvieron de su ultimo viaje, hace tres días, lo que casi provoca que mi plan de ir al concierto se cancelase, y tuve discutir mucho para que me dejasen ir, porque piensan que un bar no es el lugar mas apropiado para una chica de 16 años, bueno parte de razón tenían, pero yo me encabezone, y acabe ganando. Pero en el caso de mi hermana no hubo forma, 12 años eran demasiados pocos años.

Me puse la gorra, y bajamos a desayunar, calladas, no queríamos volver a ser gritadas. Nos sentamos en la mesa como buenas hermanas. Mi padre a estaba allí sentado, con un periódico en la mano. Es un hombre alto, y de espaldas anchas, aunque tiene un poco de barriguita sigue estando en forma… es rubio, y de cara cuadrada, sinceramente se parece poco a mi hermana y a mi. Por otro lado mi madre es alta, con el pelo castaño, y bastante delgada siempre sonríe, mi hermana se parece bastante a ella… en teoría yo me parezco a mi abuela paterna, pero como no la conocí no puedo asegurarlo, además hay pocas fotos de ella, no le gustaban ni lo mas mínimo. Pero me lo creeré, además por las historias que me han contado me hubiese gustado conocerla.

Mi padre, cerró el periódico, y lo dejo sobre la mesa, me miro y dijo:

-Anya, espero que te comportes. No quiero que te metas en líos, si ves que puede haber algún problema, lárgate lo más rápido que puedas, ¿de acuerdo?
-Entendido papa. No tengo intención de meterme en líos.
Se le veía realmente preocupado, siempre he tenido demasiada facilidad para meterme en problemas. Y demasiados sustos le habían dado al pobre ya. Me miro y sonrío:
-Bien, me alegra que lo entiendas. Recuerda que no debes volver demasiado tarde, ¿Cómo vas a volver?
-No te preocupes no me trae el primo- mi primo es un peligro al volante, y creo que eso es lo que mas temía mi padre- van a buscar a una de mis amigas y me dejara en casa a mi también.
-Eso esta bien. Bueno te vas en un rato ¿no? ¿Qué vais a hacer tus amigas y tú, hasta la hora del concierto?
-Vamos a dar una vuelta, luego comeremos en algún sitio, y luego perdernos el tiempo hasta que empiece, aunque merendaremos algo también, que no se si a la hora que acaba encontraremos algún lugar donde cenar.
-¿Necesitas dinero?
-Hombre, no te diré que no.

Mi padre se río, siempre le había gustado mi descaro.

-Bien, bien, toma aquí tienes.

Je, je. Je dinerito fresco, y había suficiente, puede que parte se desviase a la fundación “Anya quiere un portátil” que poco a poco iba consiguiendo fondos. Mira a mi hermana, y la verdad estaba un poco deprimida, y se me ocurrió una forma de alegrarla un poquillo.

-Papa, ¿puede Illy venirse a comer conmigo y mis amigas? así no se queda encerrada en casa.

Mi padre se quedo meditándolo y al final dijo:

-Vale, que se vaya contigo, pero anda de ir al bar. Si quiere puede ir al cine.

La cara de mi hermana se ilumino ante esto, y me dedico una deslumbrante sonrisa. Ains, que hermana mayor mas genial soy, deberían darme un premio. Añadí:

-Si quieres pregunta a Allison si quiere venir con nosotras, así cuando nos vayamos no te quedas sola.

La sonrisa se agrando mas aun y salio disparada a la puerta para ir a decírselo.

-Que pida permiso a sus padres.- dijo mi madre

Mi hermana asintió y salio a la calle:

-Vaya, se ha ido sin desayunar- dijo mi madre
-Déjala, es joven y llena de energía.- dijo mi padre, me miro y añadió- Ahora necesitaras más dinero. Que vayan al cine, pero que no se pasen con los dulces. Que su amiga no pague nada, la invitamos nosotros.
-Si, de acuerdo, me encargare de ello.
-además cuando terminen del cine, que me llame y voy a recogerlas. Díselo.
-Si- me puse a contar el dinero, y empecé a echar cuentas. Mi padre se levanto, y mi madre tras apagar los fuegos, dejar mi comida delante, se quito el delantal, y cogío el bolso.-Vaya, ¿vais a algún lado?
-Si, el jefe nos ha invitado a comer, y antes tendremos que comprar un presente. Buff, que pocas ganas tengo.
-Cariño, no digas esas cosas, si quieres que nos den el proyecto, debemos hacerle un poco la pelota, ¿no crees?
-Como siempre, tienes toda la razón. Bueno portaos bien Illy y tú. No quiero problemas.
-No te preocupes tanto, cariño. Pasarlo bien. Y dile a tu primo que se venga un día
a comer con Zeta.

Me despedí de mis padres, y mientras salían por la puerta, oí a mi padre decir “¿como puede ser Zeta un nombre, si es una letra? ¿Que será lo próximo que alguien se llame Efe?”

Bueno, la casa era para mi sola en esos momentos… mi desayuno fue engullido rápidamente, al igual que el bacón de el de mi hermana. Y me estire, quedaba una hora y media hasta que fuese la hora que había quedado. Eras las 11 y media para más señas, lo que quiere decir que habíamos quedado a la 1, elemental mi querido Watson. Tardaríamos 10 minutos andando hasta la estación de tren, que nos dejaría en el centro comercial. Hmmm, asíque que tenía sobre una hora que matar, para eso nada mejor que encender la cadena y coger un libro. Subí a mi habitación Covi un libro al azar de mi torre de libros por leer, y un disco al azar de la torre de “escuchar esta semana”. Y me puse a leer… no me convenció del todo, flojeaba demasiado, y parecía que lo único que quería el autor al escribirlo es que se vendiese, la calidad no le importaba. Espero que mejorase mas adelante, porque nunca me dejo un libro a medias. Deje de leer cuando mi hermana volvió a casa, baje las escaleras, y vi a Allison, que iba vestido blanco con una rebeca también blanca, la verdad le quedaba muy bien.

-Buenos días, Anya, gracias por invitarme a ir con vosotras.
-No es nada mujer, no tienes que agradecerlo. –Mire a mi hermana, y la dije- Tienes 20 minutos date prisa.

Y subió corriendo hacia su habitación. Yo por mi parte me quede hablando con Allison de cosas normales, le pregunte por los estudios y eso. Mi hermana bajo con unos pantalones vaqueros pirata, y un top rojo, y su usual cazadora beige, y deportivas rojos. Me quede mirándola y dije:

-Así te vas a helar.
-Pero que dices, si hace muy bueno, ¿verdad Alllison?
-Si, no parece que sea la fecha en la que estamos. Hace muy bueno.
-No me fío nada de vosotras, tengo frío incluso aquí dentro.
-Siempre serás igual hermana. Bueno nos vamos.
-Si, es la hora de salir. Bueno una cosa antes de irnos- las mire a las dos, y dije:- recordar que estoy al cargo así que hacerme caso. Después de comer, vais al cine, o hacéis lo que queráis, pero sobre las 8 y media, llama a papa para que vaya a buscaros, que sino habrá bronca. ¿Entendido?
-Siiii- me respondieron las dos a juego.

Y salieron fuera. Yo me puse mi abrigo, mis guantes y mi bufanda. Y seguía teniendo frío, y más frío me daba verlas a las dos tan frescas.

Fuimos andando hasta el lugar donde habíamos quedado, la plaza frente a la estación, Laia, ya estaba allí, pero a Irina no se la veía. Me acerque a ella, parece que no me había visto estaba un poco distraída, así que la palmee la espalda, se giro, medio asustada, pero se le paso al reconocerme. Llevaba un vestido largo y fino negro, y un abrigo de lana hasta las rodillas negro con bordados de lana en los puños, en los bajos y en el cuello.

-Ah, hola Anya, creo que hoy hará bueno todo día.
-Buenas Laia, por cierto estas son mi hermana Illyana y su amiga Allison. Vendrán con nosotras a comer, ¿te parece bien?
-No hay ningún problema, creo. Buenos días, soy Laia- dijo mirando a mi hermana y a la vecina.
-Un placer- dijeron las dos, a mi hermana no la pegaba ser tan educadas.
-Creo que el placer será mio. –Me miro, y yo estaba sonriendo, me encanta sus “creo”- Creo que Irina se esta retrasando, ¿la esperamos aquí?
-Hmmm, sino viene en cinco minutos la llamo al móvil.
-Si, buena idea, creo que será lo mejor.

Esperamos cinco minutos, y no lo cogía, llame varias veces. Cuando ya llegaba quince minutos tarde, Laia, dijo:

-Creo que por ahí viene.

Y así era, venia corriendo y agitando la mano. Desde lejos vi como iba, llevaba unos pantalones blancos, una faldita rosa claro, una camiseta rosa, con una blusa rosa oscuro, y una cazadora blanca. Y botas marrón clarito hasta las rodillas. Hmmm, estaba guapa, pero no me pegaba para ella, creo que esperaba algo distinto. Cuando nos alcanzo, recupero algo el aliento, y dijo:

-Perdonar que haya tardado, pero mi madre no me ha dejado salir hasta que no me puesto lo que ella ha querido. –miro hacia arriba y vio a mi hermana y a Allison- Vaya y estas señoritas, ¿quienes son?

Hice las presentaciones de la forma que correspondía. Y dijo:

-Antes de nada, ¿podemos ir a una tienda a que me compre algo que no me avergüence?

Por suerte había una tienda de ropa cerca, y parecía que había cosas que le gustaban. Se compro y puso, unos vaqueros oscuros con rotos, un top morado, la ropa que ya llevaba la guardo en una bolsa, excepto la cazadora que se puso, y las botas. Lo importante era el motivo por el que ninguna tenia frío. Dioses yo estaba helada.
Nos montamos al tren, charlamos un poco, acabamos comiendo en un japonés, y fue divertido porque ninguna excepto mi hermana y yo, habían comido en uno nunca.

Cuando no íbamos a ir, Irina, pareció darse cuenta de una cosa y dijo:

-¿Por qué narices Anya va vestida como un chico?