lunes, 19 de abril de 2010

Hmmm, un poco de historia


Bueno, al fin otro capitulo de Hmmm, este me ha costado porque al releerme lo que tenia escrito no me gusto, asi que volvi a escribirlo varias veces, aun asi sigue sin convencerme al cien por cien, tanto el principio como el final me dejan bastante disgustado, y un par de cosillas no acaban de convencerme, pero no consigo mejorarlo, asi que alla va:
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Otro día más que había dormido, pero que no había descansado bien. Ha pasado dos semanas desde mi encuentro con el “Vampiro”. Y desde entonces no consigo descansar, me levanto mas cansada que cuando me acuesto.  Si fuese una persona normal diría que el estrés ha actuado en mi, y que son las secuencias de mi encuentro, como en el caso de Laia e Irina que han tenido que estar yendo al psicólogo para que las ayude a poder dormir.

 La verdad, aunque parecía que no las había pasado nada, en un primer principio, han sufrido mucho, Irina no quería salir los primeros días de su casa por miedo de que la estuviesen esperando para llevársela, al menos tuvo suerte y estuvo todo el rato dormida, así que no vio nada… el verdadero problema es Laia, aparte de estar a punto de morir, me vio a mi recibir varios tiros y darle una paliza al “vampiro” cuando se paso la tensión del momento se desmayo, y estuvo varios días en cama, casi sufre una crisis nerviosa, y según sus hermanos por la noche se despierta gritando, y empapada en sudor. La verdad desde el suceso ha estado bastante nerviosa, y muy fría conmigo, no la culpo, la verdad.

Agggh, odio comerme la cabeza de esta forma, ya se solucionara… o eso espero. Por el momento es mejor que me de una ducha, y me despeje. Después de ducharme me fije que era muy pronto, me había despertado una hora y media antes de lo habitual, así que me puse a pensar de nuevo, eso de pensar suelo hacerlo  a menudo.
Quizás, lo mejor seria que le contase de una vez a Laia mi historia. Así al menos sabría a que atenerse conmigo, y posiblemente dejar de hablarme para siempre, pero no podía mantenerla en el desconocimiento. Pero bueno, es hora de echar unas partiditas a algo hasta la hora de ir a clase.

Me pase las clases haciendo un escuadrón de aviones de papel, casi ni me cabían en la mesa de la cantidad que hice, incluso les pinte y añadí dibujitos para diferenciarlos, solo me quedaba probarlos. Ni Laia ni Irina habían venido a clase, así que decidí almorzar en el patio, subida a un árbol, así nadie me molestaría, y si me quedaba dormida no me encontrarían para despertarme y hacerme volver a clase, si cuando digo que soy un genio, es que es una verdad absoluta.  Además debía probar si mis aviones volaban o si solo habían sido una perdida de tiempo.

Fueron una perdida de tiempo excepto uno. No volaban bien, y no hacían looping como deberían. Cuando iba a empezar a comer, Angie pasó por donde estaba, y la invite a comer conmigo. Estuvimos charlando un poco sobre tonterías, hasta que me pregunto por Laia e Irina.

-¿Cómo están?
-Bueno, no demasiado bien, después de lo que pasaron. Pero están casi recuperadas.
-Vaya, es que es algo que te cambia la vida.
-Si, debe serlo. Al menos estuvieron dormidas, hasta que las salvaron.
-La policía aun no lo ha encontrado, ¿no? Al  misterioso rescatador.
-No. Aunque no se si quieren premiarlo o detenerlo, porque al fin y al cabo cometió un asesinato.
-Pero al ser un vampiro no debería ser asesinato, ya que no es humano.
-Ainns, Angie, ¿en serio crees que era un vampiro de verdad?
-Puede serlo, ¿no?
-No, no puede serlo porque los vampiros no existen. Son una leyenda.
-Jo, Anya, no tienes ilusiones. El mundo seria mas divertido si vampiros, magos, brujas y monstruos existiesen. No será todo tan normal, habría más emoción.
-Je, esas cosas solo existen en sueños. Aunque puede que todo fuese más divertido, no creo que fuese bueno.
-Bueno, cada uno tiene sus opiniones, ¿no?

Y seguimos comiendo y hablando de otras cosas. Como estaba con ella, me toco volver a clase, a pesar de que no quería. Las clases de la tarde me las pase leyendo tranquilamente, no tenia ganas de hacer otra cosa. Al menos me sirvió para reunir cierta cantidad de determinación. Decidí llamar a Laia y quedar con ella, para explicarle la verdad. Ella acepto y me dijo que se pasaría por mi casa mas tarde.

Estaba algo nerviosa, pues no sabia como contárselo. A pesar de estar decidida a contarle todo, hay cosas que no debo contar porque son secretos de otras personas, y no quiero romper la confianza que depositaron en mi.

Cuando al fin vino, prepare te helado para las dos en grandes cantidades pues la historia es larga, y no se cuanto podría tardar.

-Laia, lo que voy a contarte ahora es algo que no he contado a nadie, exceptuando a varias personas que tienen que ver con mi historia. Así que júrame que nunca se lo contaras a nadie.
-Lo haré, creo que no deberías dudar de mí sobre estas cosas.
-Bueno, primero mira esto- le enseñe mi torso donde tenia tatuado un numero 37773.
-Eso es lo que vi, y te pregunte, creo que me dijiste que eran imaginaciones mías.
-Si, te mentí. Me fije que lo habías visto, así que lo maquille y conseguí que no se viese.
-Creo que debes decirme que es.
-Si, pero no ahora, luego en mi historia esta explicado. Solo te diré que lo tengo desde que sufrí el accidente. Bueno, es hora de empezar, así que por favor estate atenta.

“Bueno, como sabes nací el 7 de Marzo de hace 17 años. Nací en esta misma ciudad. Mis padres hacia poco que se habían casado, y trabajaban como comerciales de una pequeña empresa. Mis primeros tres años, son bastante normales, excepto que yo era demasiado espabilada para mi edad, sabia hablar bastante mejor que cualquier niño de mi edad… en otro idioma. Sabia sumar y restar, podía leer en varios idiomas, bueno imagínate el resto, era una superdotada. Al principio me dieron mucho la tabarra por ello, así que empecé a normalizarme, o al menos eso hacia ver, excepto con lo de los idiomas. Además era una monada, y educada, si antes sabia ser educada. Ya entonces era más bajita y delgada que los demás niños. Bueno, a los tres años mis padres no pudieron rechazar una gran oportunidad por lo que se fueron de la ciudad para trabajar en una empresa que se dedicaba a comprar terrenos  y luego revenderlos por un precio mayor. Así que deje la ciudad donde había nacido.

Al año siguiente nació mi hermana Illya, la verdad es que al principio me gustaba ser la hermana mayor, pero poco a poco empecé a tener envidia, y celos, y la hacia bastantes putadas, era una hermana mayor nefasta. Bueno, durante cinco años estuvimos viajando los cuatro de un lado para otro por el trabajo de mis padres. Eso ayudo bastante a que me volviese asocial, como no tenia demasiado tiempo para conocer a la gente, ya ni lo intentaba, al revés que mi hermana, que hacia lo contrario, como no tenia mucho tiempo intentaba ser lo mas amigable posible, y hacia amistad con la gente muy rápido. Bueno, esto es más que nada para dejar claro que ocurrió antes de mí vuelta a esta ciudad. Al final mis padres decidieron que no era bueno que unas niñas como nosotras estuviésemos viajando de un lugar a otro, que seria bueno que nos asentásemos en un lado, y creciésemos como niñas normales.

Así que terminamos viviendo con mi tía (hermana de mi madre), su marido, y su hijo (el Idiota, que entonces no era tan idiota). Era una vida bastante normal, íbamos al colegio, estudiábamos y ayudábamos en casa. Yo discutía con mi primo, por cierto posiblemente por esta época fue cuando empecé a ser arrogante y creída, además de soltar bordarías. Pero bueno, seguía estando bastante sola, ya que mi primo era bastante mayor que yo, y que ya salía con Zeta por lo que no tenia mucho tiempo para mí, y sin tener amigo, prácticamente lo que hacia era leer libros y poco más, porque entonces no tenía consola. Aun así fueron buenos tiempos.

Entonces llego mi décimo cumpleaños, entonces aun era mas alta que mi hermanita de seis años, pero como era adorable y amable recibió mas abalanzas que yo, a pesar de ser mi fiesta, y ser mil veces mas guapa que ella, y mas mona… y exactamente igual a como soy ahora. Como no me hicieron demasiado caso (aunque casi todos los invitados eran adultos, pues como ya he dicho no tenia ningún amigo) considere que Illya había estropeado mi fiesta, y que debería vengarme de ella, arruinando su cumpleaños.

Paso el mes de Marzo y llego Abril., yo seguía dispuesta a fastidiar su cumpleaños. Si, soy una hermana mayor genial, queriendo estropear el cumpleaños de una cría de 6 años, bien por mí.  No había terminado de trazar el plan, pero en teoría debería ser antes de su cumpleaños, un par días antes como mucho, mejor si era el mismo día, o el día anterior. Pero no se me ocurría nada, hasta que al final tuve un momento de inspiración.

El día antes de su cumpleaños fuimos mi tía, mi madre, mi hermana y yo, para que nos comprasen un vestido a cada una, para el cumpleaños. Yo me compre un vestido malva, mas que nada porque parecía muy mono, a pesar de ser un poco fino (en aquel entonces no tenia los problemas térmicos que tengo ahora, incluso se podía decir que era calurosa). Cuando los compramos, mi madre y mi tía entraron en una tienda mientras que Illy y yo nos comíamos un helado. Era el momento para estropearla la fiesta, me llevaría su vestido y las otras cosas que habíamos comprado para la fiesta y las tiraria por ahí. Cogi las bolsas y salí corriendo, lo que no espere fue que Illy me siguiese, no se si para impedirlo, o porque como me vio a mi quiso hacerlo también. Cuando nos habíamos alejado bastante (Illy iba por detrás de mi, pero a pesar de que yo fuese una mala persona, no me alejaba demasiado para tenerla controlada) llegamos a una calle poco transitada… cuando me fije que Illy tropezó, y algo se acercaba a ella a mucha velocidad. Solté las bolsas y corrí hacia ella, apartándola. Solo vi una luz, y sentí un gran golpe. Lo siguiente que recuerdo es ver a Illy llorando, parecía estar bien, se me nublo la vista, y me desmaye.  Je, al menos arruine su cumpleaños.

Según me dijeron después mis padres, un camión choco conmigo y se dio a la fuga. Nadie sabe como había sobrevivido, excepto que un hombre y una mujer me llevaron al hospital, junto a mi hermana. Al final un policía consiguió calmar lo suficiente a mi hermana para que dijese su nombre… y pudieron ponerse en contacto con mi familia. Los médicos no les dieron demasiadas esperanzas, decían que ya era un milagro que hubiese sobrevivido al accidente, pero era muy difícil que volviese a despertar, y si lo hacia no llevaría una vida normal, pues había tenido lesiones en los órganos y en las piernas, además de un fuerte traumatismo en la cabeza. En resumidas cuentas que se olvidasen de la Anya que habían conocido hasta entonces, eso si sobrevivía…

Al tercer día conseguí abrir los ojos, no veía bien, no sentía nada (según parece estaba muy drogada). Solo veía a mis padres preocupados. Al final por lo que definen como un milagro me recupere, y pude volver a una vida mas o menos normal, pero tenia ciertas peculiaridades. No volví a crecer ni a engordar, ni un milímetro ni un gramo. No sentía nunca calor, solo frío, pero todo lo caliente me daba problemas, haciéndome prácticamente quemaduras.

Al principio esto fue un problema. No podía tomar una sopa caliente sin tener quemaduras. El agua caliente me provocaba ampollas horrorosas. La luz fuerte del sol, es decir en los días muy soleados, me quemaba. Hubo otras peculiaridades que nadie descubrió pero bueno.”

-Pues bien, Laia esta es la parte lógica, y conocida de mi vida… ¿estas segura de querer saber toda la verdad, o te conformaras con esto?
-Creo que quiero saber toda la verdad.
-Tsk, me lo imaginaba. Bueno lo que te voy a contar ahora es todo verdad, aunque no lo parezca, espero que me creas.
-Anya, creo que si te vi recibir dos disparos, levantarte y lanzar con una sola mano a un hombre que muchos más grande y pesado que tú, puedo creer cualquier cosa.
-Je, bueno, hay cosas mas increíbles.

“Bien, volvamos a unos momentos antes de mi accidente. Iba corriendo un poco por delante de mi hermana. Bueno no iba corriendo demasiado para no dejarla atrás, más o menos fingía que corría. La verdad, ya no pensaba en tirar sus cosas por ahí, empezaba a preocuparme porque nuestra madre y nuestra tía iban a  cabrearse muchísimo, al habernos largado sin decirlas nada. Un poco mas lejos  vi a una pareja caminando tranquilamente y hablando. Cuando una figura salio a su encuentro y se puso a gritarles algo. El hombre contesto tranquilamente. En ese momento Illy tropezó y aparte la mirada, cuando volví a mirar, la figura parecía cabreada, y aunque no me creas, Laia, una luz surgió de su mano, y se dirigió al hombre, que alzo su mano haciendo aparecer una luz azul delante suya, como si fuese un disco, la luz de la figura golpeo el disco (que ahora se que es un escudo, pero bueno) con la mala suerte que un pequeño rayo salio despedido hacia Illy. En ese momento todo se puso a cámara lenta, la mujer se puso a gritar algo, el hombre se volvió a nosotras, la figura desapareció, y yo corrí hacia mi hermana, viendo acercarse la luz, no se como pero llegue a tiempo de apartar a Illy y de que esa luz solo me golpease a mi.

Cuando abrí los ojos en el hospital lo primero que vi no fue a mi familia, sino a la extraña pareja. El hombre llevaba una camisa azul cielo y unos pantalones de pinza. Era rubio, con unos ojos muy azules, una cara seria y estirada. Usaba gafas y parecía muy preocupado. A su lado estaba la mujer mas guapa que he visto nunca, y creo que nunca veré otra igual. Tenia el pelo rubio y ondulado hasta la cintura, ojos como la miel, era esbelta, y ni demasiado alta ni demasiado baja… sus proporciones eran perfectas. Y una gran sonrisa iluminaba su cara, me saludo con su mano felizmente. El hombre parecía abatido, me miro, agarro mi mano y dijo, con una voz suave como la seda, y un poco titubeante:
-Siento esto, ha sido mi culpa. No me di cuenta que estabais tu hermana y tu allí. No reaccione con la suficiente velocidad.

Intente hablar pero no pude. El sonrío tímidamente y dijo:

-No hables, estas recuperándote. Hice lo que pude allí en la calle, peo no ha sido suficiente. La verdad, deberías estar muerta, pero por suerte mi magia te estabilizo lo suficiente.

¡Magia!, pensé, no podía creérmelo, era una chica racional, eso era algo imposible. Eso solo habita en libros, en cuentos de hadas y leyendas, bueno y en algunas películas y videojuegos.

-Me imagino que no me creerás, como es logico. Eres una chica inteligente. Cuando lo oí por primera vez yo tampoco me lo creí. Me costo mucho creérmelo. Bueno, he venido por una razón… según los médicos no podrás vivir una vida normal, demasiados daños internos y en los huesos. Con mi magia no puedo hacer más que eso, a no ser que aceptes lo que voy a proponerte.

Seguía incrédula, quien narices eran estos que decían que la magia existía, que no podría llevar una vida normal, esta gente que había provocado que estuviese en una cama de hospital.

-Te lo voy a proponer por dos razones, la primera porque fue culpa mía lo que te ocurrió, y la segunda, porque te arriesgaste por tu hermana. No pensaste en ti, te lanzaste hacia ella. Para mi eso es lo que importa. Seguramente sino hubieses hecho eso, simplemente te hubiese curado y punto. Te voy a dar dos opciones, pues aceptar mi propuesta, o puedo curarte algo mas, nunca estarás como antes, pero podrás llevar una vida normal. Bueno espera un momento.

Se acerco a mí, puso una mano en mi garganta y la otra en mi pecho… inmediatamente me sentí mejor.

-Bueno, ya puedes hablar, no me gusta ni los monólogos ni los discursos. Venga di algo.
-¿Quién narices sois?- me costo un poco hablar.
-Una buena pregunta. Mi nombre no interesa a nadie, pero soy un hechicero. Aunque esa no es la palabra adecuada, ni lo que hacemos es magia, pero es la mejor forma de explicarlo. Viajo por el mundo intentando perfeccionar algo. Ella por otra parte es 19991, también la puedes llamar Liza.

La mujer me sonrío y volvió a saludarme con la mano.

-No puede hablar así, que conténtate con el saludo. Es mi ayudante y asistente, además de ser mi guardaespaldas.
-¿Quién era ese que te ataco?
-Ah, bueno aunque no es importante te lo diré, ese era un aprendiz, que quería que yo fuese su maestro, ya me lo ha pedido alguna vez, pero esta vez parece que se enfado, además  quería mostrarme que me equivocaba. Y tenia razón, es mejor de lo que pensaba, por lo que me estoy pensando enseñarle. Pero eso no es de tu incumbencia. Prosigamos.
-¿Cuál es tu propuesta?
-La pregunta importante. La que cuenta. Bueno, como te he dicho viajo perfeccionando algo. Ese algo puede ser beneficioso para ti, y a mi me servirías como conejillo de indias. Lo que haré puede ayudarte mucho, pero puede perjudicarte también.
-¿Qué puede pasarme?
-Bueno, en cada uno es diferente, en 19991, con quien también experimente, se quedo muda, además debe beber unos 8 litros de leche por la mañana, sino no puede moverse.
-¿Cómo? Estas tomándome el pelo.
-No en serio, no se porque. Tampoco lo entiendo. Si a las nueve de la mañana no toma 8 litros de leche, no se puede mover hasta que los tome. 
-Entonces, ¿eso me pasara a mí también?
-No creo. A 28882 le pasaba otra cosa distinta, tiene que tomar ingentes cantidades de azúcar, además de que solo puede salir de día, es un sinsentido, no se el motivo y por eso experimento. Y el prototipo 00000 bueno de eso mejor no hablar. Así que piénsatelo, puede pasarte cualquier cosa… eso si a cambio pues serás increíblemente rápida, fuerte, te recuperaras de cualquier cosa, veras siempre perfectamente… y no se si sucederá otras cosas, pero al menos esto ha sido común con las tres.
-Acepto.
-Vaya, te iba a decir que te lo pensases, y que meditases. Pero si estas decidida, será 37773.
-¿Que es lo que me vas a hacer?
-Se me olvidaba. Pues te convertiré en una muñeca.”

Espere a que Laia, pensara en lo que la acababa de contar. Cuando parecía que lo había asentado dije:

-No te puedo explicar lo que hizo, pues es algo suyo, y nunca le traicionare. Las repercusiones que sufrí, son que no puedo cambiar, no engordo, no crezco, si corto mi pelo vuelve a crecer muy rápidamente, tengo los mismos lunares y marcas que tenia a los diez años. Es decir siempre seré tal y como ves. Y ya sabes lo que me pasa con el frío y el calor. A cambio, pues soy fuerte y rápida de narices y no sufro daño.
-Creo que no te creería, sino fuese porque te vi recibir dos disparos.
-Bueno, eso no fue nada. En un par de ocasiones he estado a punto de morir, pero aquí estoy. Ah, por ello es por lo que nunca hago gimnasia, ni respondo cuando me dicen algo o golpean… un empujón flojo mío, posiblemente te mandase a otra habitación, atravesando la pared. Es un verdadero fastidio.
-Espera, entonces eso de los números…
-Todas tenemos un tatuaje con nuestro numero, yo en el torso, 19991 lo tiene en la nuca, 00000 en su pierna derecha, 28882 en la palma de la mano, 46664 según me contaron lo tiene en el vientre, pero no la conozco, 64446 me han dicho que lo tiene en la mejilla, pero tampoco la conozco, 55555 en el tobillo, y…
-…73337 lo tiene en su antebrazo, ¿no Anya?- esta era Lenna, que acababa de abrir la puerta. Y saludaba con su mano.
-¿Lenna?-dijo Laia
-No me digas que no te lo imaginabas. Después de oír la historia de Anya creía que te darías cuenta.
-Lo pensé, pero no creía que fuese verdad.
-Pues si, es como yo. Aunque mucho mas reciente, es de ultima hornada. Prácticamente sin taras.
-Solo que solo puedo comer carne. Ni pescado, ni fruta, ni verduras… ni nada relacionado. Pero bueno, eso no es demasiado malo.
-Aunque las cinco primeras tenemos muchas mas taras, en teoría somos más poderosas que las tres jovencitas. Jugamos en ligas diferentes.
-Pero, ¿Cómo te hiciste una muñeca? Creo que era así.
-Laia, me caes bien, pero eso es algo personal. Anya no debería haberte contado ni lo de ella misma, pero ya que iba a contártelo decidí que era mejor contarte que yo también lo era, que te comieses la cabeza pensando si lo era. Cada persona tiene sus secretos.
-Vale, creo que lo comprendo. Creéis que podéis decirme cuantas sois.
-Eso si, pues contando a Lenna, que solo tiene seis meses, es decir es de Octubre, y me sorprendería que no fuese la ultima, pues somos 8. Aunque a dos no las conozco.
-Yo conozco a 64446, pero a 46664, a 00000, 55555 y 28882 no.
-Creo que podríais decirme si os lleváis bien entre vosotras.
-Hmmm, con Liza todas nos llevamos bien, es demasiado buena para que no sea así. Con Lenna ya ves que me llevo bien. 55 es demasiado tímida, según parece 00 con la única que se lleva bien es conmigo, y 28 y yo somos incompatibles.
-A 64 solo la he visto dos veces, así que no se como me llevo con ella. Y con Liza y Anya me llevo bien.
-Bueno Laia debes conformarte con esto, si te contamos mas cosas podría ser un problema. Además no debes contarle a nadie nada de esto, estarías en problemas si alguien se entera de que sabes de estas cosas.

Después de terminar el interrogatorio Laia se despidió, pues decía que tenía muchas cosas que pensar. Demasiada información de golpe, y demasiada rara. Lenna y yo nos quedamos solas, y Lenna me dijo:

-¿Crees que ha sido buena idea contarle esto?
-Hmmm, no se, pero necesitaba saberlo. Ahora tiene que decidir si quiere seguir cerca de mi o alejarse de todo esto.
-Bueno, espero que hayas echo lo correcto.
-Je, ten en cuenta que solo soy una muñeca. 

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Bueno, espero que os haya gustado. El proximo capitulo sera para rellenar huecos argumentales, y el siguiente ya volvera a la historia normal.

X cierto ya puedo decir el titulo  real de Hmmm, que es Historia de una Muñeca.

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